El ritmo de Selena

En la clase de Selena, el ritmo se vuelve un juego de movimiento y color. Os hago un resumen de las clases de esta semana. El jueves no hubo clase, por ser 9 d´octubre.

🐌 Don Caracol y la música que trae la lluvia

El lunes recibimos a los nuevos alumnos, y nada mejor para romper el hielo que una canción de presentación para aprender los nombres de los nuevos compañeros. La música también sirve para conocerse.

Después, llegó el turno de Don Caracol, el protagonista del cuento con el que trabajamos la clave de Sol. Mientras escuchábamos las canciones del relato, los peques se movían imitando al propio Don Caracol: despacito, con ritmo y mucha imaginación.

Luego, eligieron un pañuelo de colores y los convirtieron en caparazones mágicos.

Con un audio de lluvia suave, todos hicieron de caracoles: cuando llovía, se escondían bajo el pañuelo; cuando la lluvia paraba, salían a explorar el mundo otra vez.

Para cerrar la actividad, dibujaron espirales imitando la concha de Don Caracol y, como buenos aprendices de músicos, practicaron la clave de Sol en una ficha que se llevaron a casa.

Una clase llena de color, movimiento y descubrimiento. En la Sala B, hasta la lluvia suena a música.

Martes de ritmo y color

El martes la clase se llenó de color y movimiento. Las alfombritas de colores se colocaron en el suelo siguiendo el orden cromático de la escala musical.

Uno a uno, los peques sacaron una nota al azar y se colocaron sobre la alfombra correspondiente, descubriendo así cómo el color también puede tener sonido. Este ejercicio les encanta, además ayuda a fijar en su memoria el nombre de la nota.

Luego, llegó el turno de crear ritmos propios: en la pizarra dibujaron secuencias de cuatro notas combinando negras y corcheas. Nos gusta dejarles libertad de expresión musical, inventar ritmos es divertido y para ellos muy estimulante. Se convierten en pequeños compositores de 4 notas ;)

Cuando ya tenían compuestas sus obras, con aros grandes y pequeños, representaron en el suelo los ritmos y fueron recorriéndolos al compás, diciendo en voz alta “TA” o “TI-TI” según la figura.

Finalmente, pasaron a los instrumentos, explorando el piano y la guitarra, y comprobando cómo los ritmos que habían inventado se transformaban en música real.

!Una clase llena de descubrimientos!